La Agenda 2030 no pone en peligro la agricultura, sino todo lo contrario, el verdadero peligro son los negacionistas del cambio climático.
La agricultura es uno de los sectores más importantes para el desarrollo sostenible, según la Agenda 2030, un plan de acción internacional que busca mejorar las condiciones de vida de las personas y del planeta. La Agenda 2030 establece 17 objetivos y 169 metas que abarcan diferentes ámbitos, como la seguridad alimentaria, el cambio climático, la conservación de la biodiversidad, o la producción y consumo responsables.
El objetivo 2
Entre los objetivos que se relacionan directamente con la agricultura, destaca el número 2, que se propone acabar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, y promover la agricultura sostenible. Para ello, se plantean metas como aumentar la productividad y la producción agrícola, mejorar la calidad del suelo y la tierra, reducir el desperdicio de alimentos, y apoyar a los pequeños productores y agricultores familiares.
El objetivo 6
Otro objetivo relevante es el número 6, que busca garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos. La agricultura es el mayor consumidor de agua dulce del mundo, y su uso eficiente y racional es esencial para preservar este recurso vital. Además, se busca proteger y restaurar los ecosistemas relacionados con el agua, como los humedales, los bosques, o las montañas, que son fundamentales para el ciclo hidrológico y la biodiversidad.
El objetivo 12
El objetivo 12 se enfoca en asegurar modalidades de consumo y producción sostenibles, lo que implica fomentar la eficiencia de los recursos, la prevención y la reducción de la contaminación, y el desarrollo de una economía circular. La agricultura tiene un gran impacto ambiental, y se requieren medidas para minimizar los residuos, las emisiones, y el uso de sustancias nocivas. Asimismo, se busca promover patrones de consumo saludables y sostenibles, que respeten los derechos humanos y el medio ambiente.
El objetivo 13
El objetivo 13 insta a tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, que amenazan la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. La agricultura es a la vez una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero y una de las más vulnerables a sus consecuencias. Por ello, se busca fortalecer la capacidad de adaptación y resiliencia de los sistemas agrícolas, y movilizar recursos financieros y tecnológicos para apoyar la acción climática.
El objetivo 15
El objetivo 15 se compromete a proteger, restaurar y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, y a detener y revertir la degradación de la tierra y la pérdida de biodiversidad. La agricultura depende de la salud y la diversidad de los ecosistemas, y a su vez puede contribuir a su conservación o deterioro. Por ello, se plantean metas como luchar contra la desertificación, gestionar de forma sostenible los bosques, y prevenir la introducción de especies invasoras.
Agroecología
La Agenda 2030 también plantea la necesidad de un nuevo enfoque agrícola basado en la agroecología, que integra los principios ecológicos, sociales y económicos para diseñar y gestionar sistemas agrícolas sostenibles y resilientes. La agroecología contribuye a varios de los objetivos de desarrollo sostenible, como la seguridad alimentaria y nutricional, la salud humana, la equidad de género, la inclusión social, la mitigación y adaptación al cambio climático, y la conservación de la biodiversidad.
La agricultura es, por tanto, un sector estratégico para el desarrollo sostenible, que requiere de la participación y el compromiso de todos los actores involucrados: gobiernos, organizaciones internacionales, sector privado, sociedad civil, y especialmente, los propios agricultores y agricultoras.
